¡Sí! ¡Y mucho! El tema es que pasamos mucho tiempo en la habitación. Durmiendo, estudiando, preparándonos para salir, en la computadora o viendo televisión. Ahí guardamos objetos personales como ropa, zapatos, adornos o recuerdos, revistas, fotos, libros, etc. Aparte de los armarios, cómodas, estantes, veladores, en donde guardamos tantas cosas, tenemos la cama, el colchón con sus sábanas, almohadas, fundas, colchas…Y, a veces, cortinas y alfombra. Todo acumulando polvo .

Por más que todo parezca limpio, este polvo se adhiere a los objetos. Al respirar, estas micro- partículas se adhieren a la mucosa de las vías respiratorias. Como mecanismo de defensa inmediata, el cuerpo produce secreciones. Exactamente igual como cuando entra tierra a los ojos y comienza a lagrimear. Es un esfuerzo del cuerpo para limpiar el área sucia .

En el caso del polvo, que tiene tendencia a producir alergia, estimula una mayor secreción y por eso la persona tose. La agresión a la mucosa respiratoria también puede disminuir las defensas locales, favoreciendo la entrada y proliferación de virus y bacterias. De esa forma se presentan las famosas «itis» en las vías respiratorias: sinusitis, otitis media, faringitis, amigdalitis…Es por eso que el ambiente del cuarto de dormir puede promover enfermedades respiratorias. ¿Qué hacer para evitarlas? Aquí van algunos consejos simples:

– Ventile bien su cuarto cada día por la mañana, por lo menos durante 1 hora.

– No se olvide de airear también las sábanas y almohadas .

– Dé vuelta a su colchón con cierta frecuencia.

– Quite el polvo con un paño húmedo. Quitar el polvo con un plumero no ayuda mucho. El polvo sólo cambia de lugar.

– Que no hayan en su cuarto muchos objetos que juntan el polvo. Quite todo lo que usted sabe no le da ningún uso.

– Lave las cortinas y las alfombras al menos una vez al mes .

¡Simple y práctico! Su habitación también debe ser saludable.