1. Proporciona energía. El 75% de la composición de la miel es hidratos de carbono como fructosa y glucosa. Por eso la miel es altamente energética. Estos dos tipos de azúcares son digeridos con más facilidad por el cuerpo, lo que facilita la absorción y el metabolismo.
2. Es bueno para la tos. ¡Así es¡ Como la miel esta compuesta básicamente por azúcares, ayuda a inhibir los procesos de tos, principalmente la tos seca que no produce ninguna secreción. Inténtelo: una cucharada de miel con 3 gotas de limón.
3. Ayuda al funcionamiento del intestino. Una cucharada de miel para comenzar el día, con el estómago vacío, puede ayudar a equilibrar el hábito intestinal.
Es bueno que se fije en la calidad de la miel que consume. Importante: los niños menores de 1 año de edad NO deben comer miel. Aunque no es común, la miel podría estar contaminada con una bacteria que causa el botulismo, una enfermedad que puede ser muy grave en los niños pequeños.
¡Ponga más miel en su vida!

Endocrinólogo, transplantado renal, columnista de salud, convencido que las palabras y las acciones pueden cambiar el mundo.