1. Ojos: con frecuencia se enrojecen y se inflaman en días secos o de mucho viento. El problema es que la inflamación de la conjuntiva, que es la parte blanca del ojo, puede favorecer la entrada de bacterias, que producen una secreción amarillenta, característica de la conjuntivitis bacteriana. Para evitar esto, es necesario tener la rutina de lavarse los ojos todos los días, con una solución salina, por lo menos dos veces: al mediodía y al final del día.
2.Nariz: humidifica, calienta y contribuye a la «limpieza» del aire que respiramos. Por eso, debe estar siempre limpia. Aproveche el momento del baño para hacer una buena higiene en la nariz. A lo largo del día, tenga un pañuelo de papel y limpie la nariz siempre que sea necesario. Evite inspirar secreciones. Lave la nariz con solución salina, al menos 3 veces al día. La limpieza diaria hidrata la mucosa interna lo que disminuye las posibilidades de sangrar la nariz, algo muy común en los días fríos o secos, especialmente en personas alérgicas o con rinitis.
3. Boca: el aire frío y el aire seco puede producir lo que conocemos como «la boca quemada,» una lesión que suele aparecer en el labio superior. Para protegerlos, pase una crema hidratante o un protector labial tipo labello. La pintura labial le ayuda a las mujeres. ¡Úselo a diario en los días fríos!
Y el consejo universal: ¡tome mucha agua! Especialmente en los días fríos. ¡Hidrata el cuerpo y purifica el alma!

Endocrinólogo, transplantado renal, columnista de salud, convencido que las palabras y las acciones pueden cambiar el mundo.