1. AUMENTE: La cantidad de fibras, de carnes blancas y de productos integrales y desnatados. Coma más frutas, frijoles, garbanzos, avena, linaza, granola o lentejas. Coma pan integral en vez de pan francés. De preferencia al pescado, pollo (sin piel) o pechuga de pavo. Sustituya la leche entera por la leche descremada. Haga combinaciones hasta que encuentre su preferida: yogurt desnatado con linaza o granola es una delicia, alimenta y sacia el hambre. Pan integral con pechuga de pavo y queso bajo en grasa.
2. MANTENGA: El huevo y el chocolate. Por supuesto, que el secreto está en la «cantidad». Un huevo al día, realmente no interfiere con el colesterol. Coma chocolate con moderación. Es delicioso y hace bien.
3. EVITE: Las carnes rojas, frituras, pastas, pizzas, bocadillos y otras delicias. Haga que estos alimentos sean la excepción y no la regla. Que sean regalos en ocasiones especiales. ¡Así los sentirá más sabrosos!

Endocrinólogo, transplantado renal, columnista de salud, convencido que las palabras y las acciones pueden cambiar el mundo.