El ojo rojo es una inflamación de la conjuntiva, el tejido que recubre el interior del párpado y la parte blanca del globo ocular, y que ayuda a que se mantengan húmedos.

El ojo rojo se puede presentar debido a sustancias irritantes como ser champú, polvo, humo, cloro de las piscinas, o debido a una afección por virus, bacterias, o alérgenos (sustancias que causan alergias).

Los virus y bacterias causan conjuntivitis y es muy contagiosa. La inflamación de la conjuntiva ocasionada por una sustancia irritante o por alergias no es contagiosa y producen: enrojecimiento de la parte blanca del ojo e interior del párpado, lagrimeo, picazón en los ojos y hasta hinchazón de los párpados.

El ojo rojo puede desaparecer por completo, ya sea cuando se remueve el agente agresor, se retira el alergeno o se trata con gotas oculares descongestionantes o con antihistamínicos.

Las gotas descongestionantes, utilizadas a corto plazo, disminuyen el enrojecimiento mediante la constricción de los vasos sanguíneos del ojo.

Las gotas con antihistamínicos disminuyen el enrojecimiento, hinchazón y picazón al bloquear la acción de la histamina, la sustancia química que causa estos síntomas de la alergia.

Pero si estos síntomas persisten, mejor visite al oftalmólogo.