1. Deje de hacer lo que está haciendo cada dos horas para ejercitar el cuello. Solo se necesitan un par de minutos para hacerlo. Puede hacerlo estando parada o sentada. Siga las instrucciones:
– Baje el mentón hacia el pecho hasta lo más bajo que pueda. Sienta estirarse los músculos de la parte posterior del cuello. Cuente hasta 10. Después, con el mentón hacia abajo, gire la cabeza hacia la derecha y sienta el estirón en el lado izquierdo de su cuello. Cuente hasta 10. En seguida, gire la cabeza hacia el lado izquierdo. Cuente hasta 10 y va sentir estirarse los músculos de la parte derecha. ¡Bien! Ahora coloque la cabeza hacia atrás y mire el techo! Fácil, ¿no? Hay que repetir esta secuencia 3 veces seguidas. Recuerde hacer este ejercicio cada 2 horas.
2 º. En la noche, tome un baño relajante. Cuando este terminando, abra más el agua caliente y deje que caiga sobre su cuello durante unos 3 minutos. Después ponga una toallita o trapo caliente en la zona más dolorosa y luego haga un masaje muy suave con las manos en la región que más le molesta. Claro que es mucho más fácil si hay alguien que le ayude.
3 º. Tenga cuidado con su almohada. No debe ser ni muy alta, ni muy baja. La altura ideal es la de su hombro, cuando está acostada de su lado. El cuello debe estar en una posición neutral. Ni arriba ni abajo.
Pero lo mejor que le puedo aconsejar es: «vacíe» su cabeza de las preocupaciones, deje de pensar en sus pendientes y su cuello se lo agradecerá.

Endocrinólogo, transplantado renal, columnista de salud, convencido que las palabras y las acciones pueden cambiar el mundo.