Cinthia Zerda Tejerina: “Se puede vivir después de donar un riñón”.
Hace casi 30 años atrás mi hermana comenzó a enfermar hasta que los médicos le diagnosticaron una insuficiencia renal. Mis padres la llevaron a Buenos Aires al hospital infantil de La Plata donde mi madre pasó muchos días y noches llenos de sufrimiento al estar al estar lejos de la familia y con su hija enferma, allí le dijeron que la única solución era el trasplante.
Mi padre y mi madre se pusieron a disposición para ser donante y salió compatible mi papá. El trasplante se hizo cuando mi hermana tenía unos 12 o 13 años. Mi hermana era una persona muy inteligente y a veces caprichosa, años después del trasplante ella dejó de tomar su medicación, mi madre le rogaba ya que sin la medicación no podía seguir. Cinco años después del trasplante ella comenzó a ponerse delicada, le hacían transfusiones muy seguido y mi padre le donaba sangre, se puso delgadita, sin fuerzas, sin ánimos de seguir enfrentando la vida. Al final ella se fue…
Mi papá tiene la satisfacción de haber dado la vida por su hija otra vez, pero a veces, no todo sale bien como se espera.
Han pasado tantos años, mi hermana ya no está pero sigue viva en nuestra familia, mi hija y mis sobrinos que no la conocieron siempre hablan de ella. Siempre estuvimos unidos, en todas formas como cuando se dejó de cocinar con sal en casa y luego a escondidas nos poníamos al plato o cuando las pipocas se volvieron dulces.
Cuando mi padre le donó el riñón lo tomó como algo natural que no tenía consecuencias graves, él lo hizo pese a que algunos le decían que no lo haga. Ahora, él se encuentra de lo más bien, claro que no exagera en nada, no tiene ningún vicio pero tampoco se priva de sus gustos. Se puede vivir después de donar un riñón como mi papi, Armando Zerda, que son más de 20 años de aquella donación.
El que dona un órgano es un ejemplo pero también necesita cuidados, ahora toda la familia se preocupa por él también. Son una pareja ejemplar mis viejitos.
¡Todo mi apoyo para la campaña!

Endocrinólogo, transplantado renal, columnista de salud, convencido que las palabras y las acciones pueden cambiar el mundo.