Todo el mudo corre cuando llueve. Si mojamos nuestra ropa y nos quedamos así, podemos enfermarnos. Lo que pasa es que, cuando entramos en contacto con el agua fría, disminuye la temperatura de la piel y eso hace que disminuyan las defensas de las vías respiratorias y por eso muchas personas quedan más predispuestas a tener dolor de garganta u otras virosis respiratorias.
Pero es el agua de lluvia que se acumula en los charcos o que corren en las inundaciones la que puede traer verdaderos problemas de salud. Muchas bacterias aprovechan estas aguas para proliferarse. Así que, si entramos en contacto con el agua de lluvia estancada o de la calle, corremos el riesgo de contraer estas enfermedades. Dos de los más comunes son diarrea y leptospirosis.
Imagine que usted esta caminando por la calle y, de pronto, se encuentra con excrementos de animales (perros, ratas, gatos y hasta de insectos como las cucarachas…lo primero que hace es evitar pisarlo ¿no? Y, si por «accidente» lo pisara, los zapatos protegerían sus pies. Pero, en contacto con el agua de lluvia, estas heces «se diluyen» y aprovechan el agua para diseminarse.
Si ingerimos esta agua, aunque sea accidentalmente y en pequeñas cantidades, nos podemos infectar y enfermar con: diarrea, vómitos, fiebre y malestar general. En general los niños son los más susceptibles. La diarrea causada por estas bacterias pueden dañar la mucosa intestinal a tal punto que la persona contaminada puede eliminar sangre en las heces.
La leptospirosis es una enfermedad peligrosa que puede ser transmitida por el agua de lluvia. Es causada por una bacteria llamada Leptospira, que es eliminada por la orina de los ratones. Cuando el agua de lluvia entra en contacto con esta orina, las bacterias encuentran un lugar adecuado para proliferarse. Estas bacterias pueden penetrar el cuerpo a través de la piel o de las mucosas y, además, tienen la capacidad de entrar por cualquier herida pequeña. Una cutícula expuesta ya permite que la bacteria llegue al torrente sanguíneo.
¡Así que mejor a protegerse en estos tiempos de lluvia!

Endocrinólogo, transplantado renal, columnista de salud, convencido que las palabras y las acciones pueden cambiar el mundo.