¿A quién no le gusta ver sus uñas de los pies y manos bonitas? Esmaltes de los más variados colores completan la visual y a veces incluso reflejan el estado de ánimo de una mujer.

Pero lo más importante es garantizar la salud de las uñas. ¿Y sabe quién puede ayudar en esta tarea? La cutícula.

La cutícula es una piel que recubre y protege toda la base de la uña, evitando el ingreso de bacterias y hongos. Es el «escudo» protector de las manos y los pies. Recuerde que nuestras manos están en contacto con el mundo. Con ellas hacemos todo. En la casa, en el jardín, en el baño. Y para limpiar ¿qué usamos? ¡Las manos!

Los pies también «andan» por lugares muy contaminados, como por ejemplo la calle, especialmente si esta de sandalias o descalzas. Y aún con los zapatos y medias, el calor húmedo puede ser un entorno propicio para el crecimiento de hongos.

Para defendernos, la máquina increíble el cuerpo humano tiene un arma sutil y eficiente, la cutícula. Por eso cuando se la retira, crece otra vez. Muchas veces más gruesa y robusta. Es la fuerza del organismo que insiste en protegernos.

Lo ideal por lo tanto sería no retirarla. Si usted permite que se la saquen, la cutícula crecerá gruesa pero después de aproximadamente 30 días volverá a su grosura normal.

Sin embargo, si usted decide que se ve más bonita sin la cutícula de las manos o los pies, vea que se tomen todas las precauciones al quitarla. Que los instrumentos estén correctamente esterilizados. Si ve algún signo de inflamación, vaya al médico para que le prescriba su tratamiento.

¡Uñas bonitas son las uñas sanas!