Si usted tiene diabetes, el disfrutar de una copa de vino o una cerveza requiere de un poco de previsión. Antes de darse ese gustito es mejor asegurarse de tener algo de comer, ya sea una merienda o una ensalada saludable que acompañe a la bebida. La respuesta a si se puede o no beber depende de cada circunstancia específica.

¿Cómo afecta el alcohol al azúcar en la sangre?

La manera en cómo el alcohol afecta los niveles de azúcar en la sangre tiene que ver con tres aspectos muy importantes:

  1. Si ingiere alimentos cuando bebe.
  2. La cantidad que bebe.
  3. La frecuencia con la que bebe.

La recomendación universal para las personas con diabetes en relación a la ingesta de bebidas alcohólica es la siguiente:

  • Las mujeres no deben tomar más de una porción por día.
  • Los hombres no deben tomar más de dos porciones por día.

Una porción equivale a una lata de 355 ml de cerveza, a una copa de 150 ml de vino, o a un vaso de 45 ml de algún licor destilado (vodka, whisky, etc.).

Con respecto a la cantidad y la frecuencia, aquí van las siguientes consideraciones:

Cuando se toma una bebida ocasional con comida, el alcohol en general tiene muy poco efecto sobre su azúcar en la sangre. Esta es la forma más segura de disfrutar el alcohol.

Al tomar una bebida ocasional sin ninguna comida, el alcohol puede provocar que la glucosa en la sangre caiga a niveles muy bajos. Nunca hay que ingerir alcohol con el estómago vacío.

Cuando se es un bebedor habitual (3 a 4 porciones por día), el alcohol aumenta el nivel de azúcar en la sangre, sin importar lo que coma. En este caso, lo mejor es buscar ayuda profesional para ver cómo disminuir o suspender el consumo de alcohol.

Aquí van algunos consejos para ingerir bebidas alcohólicas teniendo diabetes:

  • Nunca beber alcohol con el estómago vacío.
  • Siempre beber alcohol con una comida o alimento.
  • Siempre medir la glucosa en la sangre antes de beber.
  • No debe beber si la glucosa en la sangre está baja.
  • Comer algo antes de ingerir una bebida alcohólica.

En caso de haber bebido alcohol, siempre medir la glucosa en la sangre antes de acostarse a dormir. Si está bajo, comer algo antes de dormir. Eso ayudará a evitar que se baje más durante la noche, especialmente al estar dormido.

Es importante tener en cuenta que los síntomas de la hipoglucemia son muy similares a los de la embriaguez.

No hay que ingerir bebidas alcohólicas antes, durante o inmediatamente después de hacer ejercicio o actividad física.

Recordar que las bebidas alcohólicas son calorías vacías que suministran calorías extras con poco o ningún valor nutricional.

Limitar la cantidad de bebidas alcohólicas a un trago por día para las mujeres y dos tragos al día para los hombres.

Disfrutar de la bebida y hacer que dure.

Al elegir una bebida mezclada, que la mezcla no contenga calorías (como el agua mineral con gas o sodas de dieta). Evitar los jugos y jarabes azucarados.

¿Cuáles son los riesgos de ingerir bebidas alcohólicas?

El consumo de alcohol siempre conlleva riesgos. Los riesgos son aún mayores cuando se tiene diabetes. Hay que tener en cuenta los siguientes riesgos en caso de consumir alcohol:

El beber en exceso, sobre todo con el estómago vacío o cuando ha vomitado, puede provocar cetoacidosis diabética, una enfermedad grave que puede llevar al coma y la muerte.

La enfermedad cardiovascular puede empeorar si se bebe más de la cantidad recomendada por día.

La neuropatía periférica y los daños en los nervios son más comunes en las personas que beben más de la cantidad recomendada por día.

La retinopatía es más probable que aparezca si la persona con diabetes es un bebedor moderado.

Las interacciones con medicamentos son una preocupación cuando se ingiere alcohol.

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