En el caso de descubrirse un nódulo maligno de la tiroides durante el embarazo y, debido a la naturaleza indolente del cáncer diferenciado de la tiroides, la mayoría de las mujeres pueden retrasar la cirugía de la tiroides hasta después de dar a luz, y de esa manera evitar las complicaciones maternas y fetales que se puedan dar.

La cirugía durante el embarazo esta indicada en las ocasiones para pacientes con cáncer de tiroides de rápido crecimiento, agresivo, grande o en presencia de nódulos extensos o con metástasis a distancia.

El momento más seguro para cualquier tipo de cirugía durante el embarazo es el segundo trimestre.