Cuando a una persona con diabetes se le prescribe insulina como parte de su tratamiento, siempre tiene muchas dudas relacionadas a las implicaciones de este tratamiento.
En la actualidad hay varios tipos de insulina y varias maneras en las que estas se pueden utilizar. Los aspectos más importantes a saber sobre la insulina son:

1. Tiene que ser inyectada
La insulina no puede tomarse vía oral en una tableta. Se debe inyectar. Si se la toma, se descompone con la digestión, como la comida, y no ejerce ningún efecto. Es necesario inyectar la insulina en la grasa debajo de la piel, para que pueda encontrar su camino hacia la sangre. Una vez allí, hace su trabajo y ayuda a controlar los niveles de glucosa en la sangre.

2. También viene en bolígrafo
Aunque la insulina tiene que ser inyectada, hay opciones en vez de usar una jeringa. Un bolígrafo de insulina puede ser más conveniente y discreto. Los bolígrafos de insulina tienen un cartucho que contiene la insulina y otros ya vienen precargados con insulina y son desechables. Se establece la dosis que necesita en el bolígrafo y se inyecta la insulina a través de una aguja.

3. Viene en bombas de insulina
Las bombas de insulina administran insulina las 24 horas del día. La insulina entra en el cuerpo a través de un catéter debajo de la piel. Las bombas de insulina han sido utilizadas, en su mayoría, por personas con diabetes tipo1, pero ahora también se han convertido en una opción para las personas con diabetes tipo 2.

4. Los tiempos son la clave
La insulina debe estar disponible para ser utilizada por el cuerpo cuando la glucosa de las comidas y meriendas comiencen a entrar en la sangre. Algunas insulinas se deben aplicar unos 15 a 30 minutos antes de comer. Es importante conversar con el médico sobre cómo planificar sus comidas y los tiempos de aplicación de la insulina.

5. Evitar la irritación de la piel
Las inyecciones de insulina pueden causar enrojecimiento, hinchazón o picazón en el área donde se inyecta. El inyectarse en el mismo lugar cada vez puede causar endurecimiento de la zona o que se produzcan depósitos de grasa. Para evitar esto es importante rotar los lugares de la inyección.

6. Rotando el sitio de la inyección
No hay que inyectarse insulina en el mismo sitio todas las veces, pero sí se puede inyectar en la misma área en general del cuerpo, al mismo tiempo cada día. Esto proporcionará resultados consistentes de la glucosa en la sangre. Por ejemplo, inyectar en la pierna antes del desayuno y el abdomen antes de la cena, pero en un espacio diferente cada vez.

7. Vigilar los niveles de glucosa
Es importante conocer cómo diferentes situaciones, como el ejercicio y los alimentos afectan los niveles de glucosa. El medir la glucosa en la sangre puede ayudar a saber qué tanta insulina se necesita. Hay diferentes tipos de medidores de glucosa y se llaman “glucómetros”.

8. Quitarle el frío
La mayoría de los fabricantes recomiendan almacenar la insulina en el refrigerador. Sin embargo, el inyectar la insulina fría puede provocar dolor. Para evitar eso se puede guardar el frasco de insulina que se está usando a temperatura ambiente. Los frascos que todavía no se han abierto se pueden guardar en el refrigerador hasta que tengan que ser usados.

9. Minimizar el dolor
Hay formas para hacer que las inyecciones sean menos dolorosas: ya sea inyectándolas en la piel de forma más rápida o relajando los músculos en el sitio de la inyección. Si se usa alcohol para desinfectar la piel, esperar hasta que se haya evaporado antes de inyectar la aguja. Comprobar que no haya burbujas de aire en la jeringa antes de usarla. Colocar algo frío sobre la piel para entumecer la zona antes de la inyección.