Los bebés que se despiertan mucho y llorando, pueden tener algún malestar o hambre. Los niños mayores que están en la etapa de «los miedos» no quieren dormir solos. Y se van a la cama de los padres. El sueño de todos se ve interrumpido y, al día siguiente, se sienten cansados. Solo que esta rutina se repite todas las noches ¡que cansancio!
¿Qué hacer?
El sueño también necesita ser «educado» ¿Qué significa eso? Quiere decir que para que los niños tengan una noche de sueño tranquilo, es necesario tener una rutina de preparación para el momento de dormir y hacerlo siempre en el mismo horario, para que el cuerpo y la mente entren en ese ritmo y se vayan acostumbrando.
¡La rutina comienza cuando anochece! y eso vale también para los bebés. Disminuya el ritmo de la casa: baje el volumen de la TV, evite los juegos muy animados, apague las luces innecesarias. Es importante un baño tibio para dejar a los niños más tranquilos.
Haga que el momento de dormir sea de tranquilidad. Los bebés y los niños pequeños necesitan sentirse seguros a esta hora. La presencia de uno de los padres en el cuarto ayuda bastante. Por eso es que contar una historia, leer un libro juntos o cantar una canción tranquila, asegura un ambiente de seguridad y calidez.
Los bebés necesitan amamantar durante la noche. Por eso, cuando despiertan llorando, la mayoría de las veces tiene hambre u otro malestar. Vea si no esta con el pañal mojado, si no hay una escaldadura que le moleste, o si la ropa que esta usando es adecuada para su temperatura corporal, es decir, que no tenga calor o frío.
Si los niños mayores se despiertan en medio de la noche, vaya a su cuarto, que vea que está allí. Que no se levanten. Haga contacto físico y mantenga la voz calma. Reintente la rutina para dormir de la que hablamos antes y permanezca firme y tranquila. Puede ser difícil al principio, pero funciona.
Evite llevar al niño a dormir en la cama de los papás. En último caso, es mejor que uno de los padres se quede con el niño o duerma un poco en la habitación de los niños hasta que se calmen.

Endocrinólogo, transplantado renal, columnista de salud, convencido que las palabras y las acciones pueden cambiar el mundo.