Si a usted no le gustan las verduras por su sabor, sobre todo cuando están crudas. Le propongo lo siguiente: pruebe diferentes verduras salteadas en la sartén para ver lo que le puede gustar.

Al preparar las verduras salteadas se extrae su dulzura a través de un proceso llamado caramelización, haciendo que el sabor sea medio dulzón. Especialmente con verduras de raíz, tales como cebollas, papas, camote, nabos y zanahorias.

Para saltear las verduras, simplemente las corta en pedacitos, las mezcla con aceite de oliva, sal y pimienta, las coloca en la sartén y las va dando vueltas poco a poco. Usted sabrá que están listas cuando estén doradas, ligeramente crujientes por fuera y suaves por dentro.

El brócoli y coliflor también son deliciosas de esta manera. Siéntase libre de experimentar añadiendo a las verduras, después de saltearlas, queso parmesano rallado u otros quesos, hierbas y especias. También puede buscar a las verduras «más dulces» como el maíz, los guisantes, los tomates y las zanahorias e incorporarlas en platos de pasta o arroz o ponerlos juntos para hacer una ensalada.

Otra forma interesante de comer verduras es haciendo puré. Coloca la verdura en el microondas y luego la hacer puré. El puré se puede añadir a guisos, sopas, salsas para pasta, productos horneados, etc.

Además de purés, también se pueden incorporar las verduras en otros alimentos:

– Haciendo tortillas con tomates, pimientos y champiñones, asegúrese de saltear las verduras antes de añadir los huevos.
– Agregando brócoli y/o aceitunas a su pizza.
– Añadiendo espinacas picadas y/o zanahorias ralladas y cebollas a un pastel de carne.
– Eligiendo sopas ricas en verduras, como el minestrone.
– Añadiendo guisantes, zanahorias, y/o calabacín al arroz

Es difícil «forzarse» a si mismo a que le guste alguna verdura, especialmente si no está acostumbrado al sabor. Pero si mantiene la mente abierta (y la boca), y tal vez llegue a disfrutar de algunas de tantas variedades de verduras y de sus preparados ¡Pruebe!