Existen varios tipos de «manchas» blancas que aparecen en nuestra piel. El vitiligo es una de ellos. Se diferencia de las demás porque no descama, no pica, no duele. El vitiligo no es contagioso y no causa ningún daño a la salud. Pero, ¿cómo se produce?
Nuestra piel tiene un pigmento natural llamado melanina, que es responsable del color. En el vitiligo este pigmento esta disminuido en una o más áreas del cuerpo: manos, cara, tronco. No hay preferencia en su localización, orden, forma o tamaño específico de la región en la que falta la melanina. Y como no hay pigmento, en la región afectada no hay color. Cuando la melanina falta en la cabeza, el cabello de ese lugar se vuelve totalmente blanco.
La causa del vitiligo es desconocida. Es común en algunas familias , sugiriendo un origen genético. Por lo general, aparece en los jóvenes y antes de los 40 años.
Quien tiene vitiligo debe tener mucho cuidado con el sol, ya que estas zonas de la piel sin melanina, se queman más fácilmente.
Los tratamientos pueden atenuar el problema, pero en realidad no hay una cura definitiva.
El mayor problema del vitiligo no es propiamente la «mancha blanca». Ya que no produce ningún daño a la salud y tampoco se contagia. El problema esta más que todo en el plano emocional. Muchas personas se sienten discriminadas y poco aceptadas socialmente por una situación que es meramente estética.
Y es que el preconcepto ignorante es, sin lugar a dudas, la peor y… a veces hasta incurable enfermedad.

Endocrinólogo, transplantado renal, columnista de salud, convencido que las palabras y las acciones pueden cambiar el mundo.