No es fácil tener diabetes, pero si encima viene una enfermedad del corazón, es como cuando la gente dice: “Sobre mojado, llovido”. Tener diabetes aumenta el 50% las probabilidades de desarrollar enfermedad del corazón. Y, lo que es peor, es muy probable que esta enfermedad del corazón venga a una edad más temprana y que tenga una forma más severa que en una persona sin diabetes. La buena noticia es que se puede luchar contra los pronósticos y vivir una vida sana, siempre y cuando se tomen medidas para prevenir y tratar adecuadamente las dos enfermedades.
La enfermedad del corazón y la diabetes están tan estrechamente conectadas que hasta se las conoce como la enfermedad cardíaca diabética. En la diabetes la glucosa en la sangre se encuentra elevada. La glucemia alta en la sangre es dañina para el cuerpo de muchas maneras y, una de estas maneras, es el problema con el corazón.
La diabetes aumenta el riesgo de enfermedad coronaria cardíaca, de miocardiopatía diabética y de insuficiencia cardíaca. La enfermedad coronaria es generalmente causada por una acumulación de colesterol en las paredes de las arterias que suministran sangre al corazón. Con el tiempo esto estrecha u obstruye las arterias coronarias y aumenta el riesgo de ataque al corazón. El tener la glucemia elevada, acelera la acumulación de grasa en la sangre, daña las arterias y contribuye a la elevación del colesterol. Todo esto lleva a un mayor riesgo de enfermedades del corazón y que estos sean más graves.
Tener diabetes y enfermedad coronaria puede dañar el músculo cardíaco. Este efecto es aún peor si también se padece de hipertensión arterial. La miocardiopatía diabética afecta la estructura y el funcionamiento del corazón, lo que puede llevar a la insuficiencia cardíaca. La insuficiencia cardíaca es un debilitamiento del músculo del corazón hasta el punto en que ya no bombea suficiente sangre al cuerpo.
¿Quiénes son las personas más propensas a tener enfermedad del corazón y diabetes?
El tener un problema de salud llamado “síndrome metabólico” aumenta el riesgo de padecer la diabetes tipo 2 y enfermedades del corazón. Si una persona tiene tres o más factores de riesgo metabólicos, sus probabilidades de padecer un ataque al corazón se duplica. Entre los factores de riesgo tenemos:
Triglicéridos elevados: 150 mg/dl ó más HDL o colesterol «bueno» bajo: menor de 50 mg/dl en las mujeres y 40 mg/dl en los hombres
Nivel de glucosa elevado en la sangre: 100 mg/dL ó mayor en ayuno
Medición de la cintura: 90 cm ó más para los hombres u 80 cm ó más para las mujeres
Presión arterial elevada: 130 mmHg ó mayor para la sistólica y/ó 85 mm Hg ó mayor para la diastólica.
Otros factores de riesgo para la enfermedad cardíaca y la diabetes incluyen tener un estilo de vida sedentario y una dieta alta en grasas saturadas y azúcar.
Para poder prevenir y manejar tanto la diabetes como las enfermedades del corazón, hay que asegurarse de tomar los siguientes pasos:
- Hacerse un chequeo médico. Visitar al médico con regularidad para detectar pequeños problemas antes de que se conviertan en grandes problemas. Si no se realiza un buen control con el médico es posible que ya se tengan factores de riesgo, sin saberlo, como ser: la presión arterial alta, niveles altos de azúcar en la sangre, o colesterol alto, a menos que se haga un chequeo médico.
- Dejar de fumar. El médico es un gran recurso para dar consejos sobre los mejores programas para dejar de fumar y qué medicamentos hay en el mercado.
- Disminuir el consumo de sal y frituras. El comer menos sal y grasa ayuda a disminuir los niveles de la presión arterial y del colesterol. Algunas buenas opciones de alimentos son las carnes magras, productos lácteos bajos en grasa, granos enteros, frutas y verduras frescas. Mantener el colesterol de las comidas a menos de 300 mg por día y limitar la ingesta de alimentos procesados.
- Medir los niveles de hemoglobina glicosilada A1C. Esta prueba mide el nivel promedio del azúcar en la sangre de los últimos tres meses, en las personas que padecen de diabetes. Generalmente se recomienda que el nivel se mantenga por debajo del 7%.
- Aumentar la cantidad en tiempo de actividad a unos 30 minutos de ejercicio moderado cinco días a la semana. Escoger actividades divertidas que gusten. Estas pueden incluir deportes como el baloncesto, o actividades más relajantes, como caminar o andar en bicicleta. Es bueno conversar con el médico y preguntarle qué tipo de ejercicio es mejor para usted.
- No subir de peso. Mejor es preguntarle al médico cuál debería ser su meta de peso ideal y cómo llegar allí.
- Cuidado con el alcohol. Beber con moderación, es decir, las mujeres no deben tomar más de un trago por día. Los hombres no deben tomar más de dos tragos por día, o mejor si no beben.
- No hay que olvidarse de tomar los medicamentos prescritos por el médico. Sobre todo tomar los medicamentos según las indicaciones del médico, incluyendo medicamentos para disminuir la presión arterial, colesterol y azúcar en la sangre.
Preguntar al médico si tomar una aspirina diaria es adecuado para uno.

Endocrinólogo, transplantado renal, columnista de salud, convencido que las palabras y las acciones pueden cambiar el mundo.