Bolivia debe ser uno de los países del mundo donde más se hacen cesáreas. Sin tener número oficiales a la mano, me atrevería a decir que más del 50% de las Bolivianos nacen por cesárea. Los número deben ser más dramáticos si diferenciamos la tasa de cesáreas de los hospitales públicos y los privados. La cantidad de nacimientos por cesáreas en las clínicas privadas son de casi el 90%. Definitivamente eso no es «normal».
Para que tenga una idea, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la tasa ideal de cesáreas es alrededor del 15%.
¿Porque las Bolivianas están optando más por la cesárea?
Para los médicos, la cesárea tiene la comodidad logística de permitirles arreglar su agenda. Los partos con fecha y hora marcada son, obviamente, mucho más cómodos que la incertidumbre de tener que atender un parto normal en los momentos más inoportunos, teniendo en cuenta que el médico, después de todo, es también un ser humano con sus particularidades y necesidades normales. Sólo que eso no es justificación suficiente para hacer más cesáreas. Las futuras mamás quieren que su parto sea atendido por el mismo médico que la acompañó durante sus controles prenatales. Este médico tiene que dividirse entre los pacientes en el consultorio y las que están en trabajo de parto en el hospital o la maternidad. La agenda queda muy complicada.
Para muchos futuros padres, la fecha y hora programada también puede significar una mayor comodidad y posibilidad de ajustar su vida. Hay también en los padres, sin duda, el factor «miedo» y la inseguridad que viene con un parto normal. Ya sea por la posibilidad de sentir mucho dolor, la imposibilidad de prever cada paso o por la angustia de lo inesperado, en fin, por una serie de razones que no siempre explican la razón.
El hecho es que todos parecen estar haciendo la elección de una cesárea. Esta decisión es tomada muchas veces, sin consultar a uno de los principales actores involucrados en la escena: ¡el bebé!. Recuerde que es él quien debe decidir que está listo para venir al mundo. Él es el que sabe cuándo sus pulmones están aptos para dar el primer llanto. Y la naturaleza, desde hace milenios, lo preparó para pasar el canal de parto, que ofrece innumerables ventajas.
Hable con su médico. Siempre que sea posible, opte por un parto normal.

Endocrinólogo, transplantado renal, columnista de salud, convencido que las palabras y las acciones pueden cambiar el mundo.