Los cabellos son estructuras importantes. Protegen el cuero cabelludo de los rayos del sol, la lluvia, la suciedad y la contaminación. Aparte de eso, el estilo de pelo que escogemos hace parte de nuestra identidad visual. Una persona tiene más o menos unos 150.000 pelos y cada uno crece aproximadamente 1 cm. por mes. El tipo de cabello está determinado genéticamente, es por eso que unos lo tienen lisos, otros finos, gruesos, rizados, secos, grasos, etc.

Al cabello hay que tratarlo bien y, para ello, el primer paso es conocer mejor las características particulares del pelo que uno tiene y saber dónde actúan los champús, acondicionadores y tintes.

El cabello está compuesto por dos partes: la raíz, (que está dentro del cuero cabelludo, y es donde están las glándulas sebáceas que producen el aceite necesario para la lubricación del cabello), y el pelo, tal como lo conocemos.

Cada pelo a su vez está compuesto por tres capas: la más externa que se llama cutícula y que está conformada por escamas, al igual que un pez. La capa intermedia es la corteza, y tiene el pigmento que da el color al cabello: rubio, marrón, rojo, negro y otros tonos. El pelo blanco significa falta de pigmento. La capa más interna del cabello es la médula, y no tiene una función específica, aunque puede ser la encargada de dar brillo.

Un consejo importante: No lave la cabeza con agua caliente, ya que puede resecar mucho el cuero cabelludo. Y eso no es bueno para la salud de su cabello.

¿Y qué hace el champú?

Levanta las escamas permitiendo que el agua y la espuma penetren dentro del pelo, limpiándolo más profundamente. Por eso es que si utilizamos sólo champú, su pelo queda todo enredado. Las escamas quedan abiertas y se «pegan» unas a otra otras, formando una red muy difícil de peinar. El champú ideal tiene un pH casi igual al cabello que está entre 4,5 y 5,5, limpia y no daña el cuero cabelludo.

¿Y el acondicionador?

El acondicionador simplemente «cierra» las escamas, disminuyendo el volumen total de los pelos. Por eso el cabello queda desenredado y fácil de peinar después. El acondicionador le da más ligereza y suavidad al cabello.

Es importante utilizar champú y acondicionador de la misma marca, para que un producto complemente a la otra, sin mezclar los perfumes.

¿Y el tinte? ¿Qué hace?

Ahora que ya sabemos cómo es el cabello, es más fácil entender lo que hace el tinte: primero el amoniaco promueve la apertura de las escamas, para poder llegar a la corteza, que es la región que contiene el pigmento. Cuando las escamas están bien abiertas, el tinte puede penetrar a la corteza y dejar su cabello con el color que eligió.

El problema del tinte es que puede secar demasiado el cabello. Así que es muy importante hidratar bastante el cabello teñido, por lo menos cada 15 días.

Conozca bien su cabello, respételo, ¡y no se olvide de su cabeza!