La situación de salud en Santa Cruz de la Sierra es crítica, hay muchos infectados de COVID-19 y nuestro sistema de salud podría colapsar por falta de equipos y personal.
Las personas se están contagiando cuando salen y expanden el contagio al regresar a casa y entrar en contacto con sus familiares.
Con el aumento de los casos de COVID-19, todos nos preguntamos cuándo empezará a remitir la epidemia en Bolivia o cuándo podremos salir con confianza de la cuarentena, puesto que no tendría sentido el sacrificio si vamos a salir a infectarnos. En este momento, cualquier predicción, por lo menos para Santa Cruz, no sería de ninguna manera fiable o veraz.
Los profesionales de la salud, que en un principio fueron criticados por no querer recibir pacientes sin los equipos de protección y preparación suficientes, están cumpliendo su deber como unos héroes, a pesar de todas sus carencias y que ya hay infectados y muertos entre sus filas. Siendo esta una situación absolutamente nueva y no prevista ni siquiera en los peores escenarios. Los médicos y enfermeras se están manteniendo al lado de los enfermos.
Lo que más necesitamos ahora es confianza y no más controversias innecesarias de pseudo-expertos como si fuera un partido de fútbol y todos fuéramos entrenadores. Debemos entender que se sabe poco sobre este virus, y por el momento no hay suficientes datos para hacer estadísticas confiables y cada acción es «experimental». Por eso es necesario confiar en los expertos (aunque a veces veamos que se contradigan entre sí).
Por último, exigimos claridad por parte del gobierno y el cumplimiento de los compromisos asumidos en esta crisis sanitaria: mayor cantidad de ítems de salud, mayor cantidad de equipos protectores para el personal de salud, mayor cantidad de ventiladores mecánicos, mayor cantidad de pruebas para COVID-19.

Endocrinólogo, transplantado renal, columnista de salud, convencido que las palabras y las acciones pueden cambiar el mundo.