Rodrigo Sagredo: “Nadie se imagina que Mónica tiene dos trasplantes”.
“A Mónica le hicieron su primer trasplante de riñón a los 18 años en Cochabamba donado por su mamá, 9 años después tuvo que someterse a un segundo trasplante debido a que el primero comenzó a fallar.
En enero del 2011 le sacaron el riñón que le había donado su mamá y empezó a dializar hasta agosto, mes en que el Dr. Vaca Diez y su equipo le realizó el segundo trasplante, gracias a un donante cadavérico.
Recuerdo que me vine de Cochabamba a Santa Cruz para acompañarla antes que le extraiga el primer riñón. Por ese entonces las únicas opciones para ser donante era yo, en ese tiempo su novio, un amigo y un primo de ella. También Mónica estaba anotada en la lista de espera del SEDES para un donante cadavérico.
Mónica tuvo cinco pruebas de compatibilidad con donante cadavérico y las cinco le salieron negativas. Su salud se iba complicando, le había entrado agua a los pulmones, le agarró una alergia nerviosa y una anemia muy fuerte que necesitó trasfusiones de sangre. En eso, un día llaman para que vaya al laboratorio a hacerse una sexta prueba de compatibilidad de un donante cadavérico. Estaba desanimada por las cinco negativas anteriores y no quería ir. Al final la convencí de hacer los análisis… ¡Al día siguiente llamaron que le salió compatible!
Yo creo que si no le salía en ese análisis no aguantaba Mónica, estaba muy mal. No iba a aguantar a que yo le done el riñón porque me faltaban más pruebas y temas legales. Entró a la cirugía bien delicada, fue un gran riesgo. Le hicieron el trasplante y a las 4 semanas recién reaccionó el riñón. El trasplante se realizó el 24 de agosto de 2011 y ahora se encuentra súper saludable.
Nos casamos, y dos años después del trasplante nació nuestro primer bebé, Uriel, y hace tres meses nació nuestra segunda bebé, Lucía. En todos los embarazos no se le ha complicó nada, el riñón funciona perfecto y tiene una vida normal. Cuando la ven nadie se imagina que ella tuviera dos trasplantes. Hasta los doctores se asombran de verla.
Donar es devolverle la vida a una persona, es volver a nacer, es cambiar la vida. Si uno analiza donar un órgano es ser un héroe ya sea un donante cadavérico o vivo. En el caso de ‘Moni’ estamos eternamente agradecidos con el donante y su familia, gracias a ellos Mónica está viva y tenemos dos niños. Sin el trasplante ninguno de los tres estaría con nosotros”.
Rodrigo Sagredo estaba dispuesto a donarle su riñón a Mónica Córbova, que en ese entonces era su novia. Pero antes recibieron la llamaba del Sedes diciendo que había un riñón para Mónica justo en el momento que ella más lo necesitaba.

Endocrinólogo, transplantado renal, columnista de salud, convencido que las palabras y las acciones pueden cambiar el mundo.