Los humanos utilizamos la mayoría de nuestros cerebros, la mayoría del tiempo. Por ejemplo, una tarea simple como sentarse a comer requiere la actividad neuronal de al menos cinco áreas distintas del cerebro para mandar la señal de hambre, coordinar los movimientos, dar la señal de saciedad y mantenernos en posición vertical en todo momento. Si esta simple tarea requiere tanto esfuerzo y coordinación, ahora imagínese cuánto más requieren de nuestra capacidad mental otras acciones más complejas. Así que es un MITO, usamos la mayoría de nuestros cerebros para la mayoría de las tareas, simples o complejas.

Endocrinólogo, transplantado renal, columnista de salud, convencido que las palabras y las acciones pueden cambiar el mundo.