Cuando el calor es muy fuerte, nuestro cuerpo acciona algunos mecanismos para defendernos. Uno de ellos es la vasodilatación. Los vasos se ensanchan para disipar el calor al medio ambiente. Resultado: la circulación se ve comprometida. Además, también ocurre un extravasamiento (fuga) de líquidos hacia fuera de los vasos, principalmente en la región de las piernas y los pies.
Por lo tanto, ¡ES VERDAD! Nos hinchamos más cuando hace calor.

Endocrinólogo, transplantado renal, columnista de salud, convencido que las palabras y las acciones pueden cambiar el mundo.