La vida puede ser difícil, pero recuerda: ¡mereces ser feliz!

Obviamente que no hay nada inusual en sentirse triste. De hecho, es muy normal para todos los seres humanos. La tristeza en sí misma es una emoción natural en la vida, y sentirla no siempre es algo malo.

El problema está cuando vives en la tristeza porque crees que no eres valioso o crees que tienes que ser miserable.  Pero eso es falso.  Hay muchas razones por las que mereces la felicidad.

Has pasado por suficientes momentos difíciles y mereces equilibrar los días malos con los buenos. Nunca asumas que la vida seguirá yendo cuesta abajo.

Pero tienes que empezar no solo a creer que mereces la felicidad sino también a dejarte ser feliz de verdad.

Eres tu activo más importante.

Mereces ser feliz porque no eres tu pasado. No eres las elecciones o las oportunidades que tomaste cuando no sabías que no debías tomarlas. Mereces ser feliz porque el pasado no puede ser alterado pero el futuro aún está abierto y quedan muchos caminos por recorrer.

A pesar de que puedas pensar de otra manera, no mereces nada menos que despertarte cada mañana, reconociendo y aceptando lo que ha traído el pasado, mientras eres optimista por lo que está por venir. Te mereces la emoción de iniciar un nuevo día y disfrutar todo lo que la vida tiene para ofrecer.

Perdónate, acéptate y valora tu recorrido.

Las cosas buenas pueden venir fácilmente.

Como ser humano, tu vida tiene un valor especial. No importa dónde te encuentres en la vida, lo que hagas o lo que creas. Simplemente por ser tú, eres especial.

Las personas que se sienten bien tienden a elegir la amabilidad y difundir la positividad. Tienen una hermosa energía lo suficientemente brillante como para iluminar a quienes los rodean, y sus vidas adquieren un propósito más fuerte y significativo.

Puedes ser feliz y crear el mundo que quieres ver

Mereces sentirte bien, mereces tener lo que quieres, mereces que se satisfagan tus necesidades, mereces amor y apoyo, claridad y soluciones. Mereces vivir todos tus sueños…. En resumen, mereces una vida que te haga sentir realmente bien.

Sé que te mereces todo y cualquier cosa que quieras. No tienes que sacrificar ninguna parte de ti mismo para vivir una vida feliz.

Te lo mereces simplemente porque sí. Ya eres digno de todo lo bueno. No tienes que renunciar a ninguna parte de ti mismo, hacer algo por otra persona primero, obtener aprobación, recibir perdón, esperar una cierta cantidad de tiempo o demostrarle nada a nadie. Te mereces lo que estás pidiendo y te lo mereces ahora.

La energía que ponemos en cualquier experiencia es lo que obtendremos de ella.

Necesitas creer que esto es cierto. Si miras a tu alrededor, la gente está haciendo todo tipo de cosas diferentes y creyendo cosas diferentes y aun viviendo la vida que desean. Esto es simplemente porque aquellos que viven felices creen que lo merecen.

Puedes obtener felicidad incondicional de cualquier fuente de tu elección. Pero la mejor fuente eres tú mismo al final del día. Eres la persona que estará ahí para ti hasta el final, pase lo que pase. Eso significa que eres tu aliado más valioso.