Cuando los niños juegan al aire libre, corren, saltan, ruedan por el suelo, suben a todos lo lugares que pueden y se divierten. Gastan energía. Se mueven… y eso es esencial para el crecimiento.
Cuando están dentro de la casa agarran sus juguetes y dan alas a su imaginación. Un cohete es de verdad un cohete y una muñeca ES una verdadera princesa. El pensamiento creativo es la magia que convierte lo que parece ser, en lo que, para el niño, debe ser.
La humanidad vivió así la niñez durante toda su historia. Pero el progreso tecnológico nos ha traído otro tipo de diversión: los juegos electrónicos…y llegaron para quedarse y cambiar la manera de vivir la niñez.
Ahora vemos que los niños juegan “sentados” con sus aparatos electrónicos. Con sus ojos pegados a la pequeña pantalla, y tienen juegos de todos los tipos: desafíos, armas, autos, aviones, superhéroes y villanos que siguen el comando de sus dedos a una velocidad absolutamente inalcanzable para los que no entrenan asiduamente.
Los padres vemos este escenario con cierta perplejidad y la pregunta inevitable es: ¿será que eso que no le hace daño a mi hijo?
La argumentación a favor o en contra debe escapar la evaluación emocional o nostálgica, enalteciendo los tiempos pasados como una mejor manera de vivir la vida. Los tiempos cambian y no hay la menor posibilidad de «eliminar» los aparatos electrónico de la vida de nadie. Mucho menos de los niños. Este es su mundo presente. Más que eso: su futuro será electrónico.
Los estudios científicos muestran que los «juegos electrónicos» pueden promover el desarrollo de las funciones cognitivas, en la medida en que mejoran el sentido espacial y promuevan las habilidades visuales y motoras. El cerebro aprende a «pensar rápido», lo que exige conexiones neuronales específicas. Por otro lado, sabemos que actualmente vivimos una «epidemia» de obesidad infantil. La inactividad física y la mala alimentación son verdaderos «villanos» de la calidad de vida en la niñez. Peor aún, estos hábitos adquiridos tempranamente exigen de un gigantesco esfuerzo y fuerza de voluntad para ser revertidos después.
Volvemos a la pregunta: ¿qué hacer? El secreto es saber cómo utilizar los aparatos electrónicos a nuestro favor.
Aquí van algunos consejos que pueden ayudar a los papás a dirigir este universo electrónico.
En primer lugar, compre juegos y aparatos electrónicos a su hijo sólo en ocasiones especiales. Nada de estar comprando novedades y lanzamientos sin motivos.
Segundo, asegúrese de que el juego es adecuado para la edad de su hijo. Esto es muy importante.
Tercero, evite que su hijo se aísle en su cuarto para jugar. Haga que el lugar de juego sea un espacio común, como ser sala de estar.
Cuarto: establezca tiempos específicos para el juego electrónico. Preferiblemente, cuando los padres o los cuidadores estén en casa, cerca, viendo o incluso participando. Evite a toda costa, los juegos en los horarios de las comidas. Esta es un área de «oro» para la charla familiar.
No ayuda en nada prohibir. Es mejor enseñar a su hijo a vive con los aparatos electrónicos sin, por supuesto, renunciar a las otras formas de juego, como en los viejos tiempos.
Recuerde que cuando la controversia es la regla, el sentido común es la solución.

Endocrinólogo, transplantado renal, columnista de salud, convencido que las palabras y las acciones pueden cambiar el mundo.