Así es, los gatos generalmente son los principales culpables, pero no sólo son los gatos los que la transmiten.

La toxoplasmosis es una enfermedad causada por un protozoo llamado Toxoplasma gondii. Este protozoo puede infectar ovejas, vacas, cerdos y otros animales silvestres como ratones o conejos, además del hombre. Si comemos carne cruda de animales contaminados o mal cocidas o verduras mal lavadas, podemos adquirir la enfermedad.

Nuestro cuerpo normalmente se defiende de este parásito, crea anticuerpos y vive sin problemas. Pero las mujeres embarazadas deben tener mucho cuidado, porque si se contagia durante el embarazo, puede pasar al bebé y producir la toxoplasmosis congénita, que es muy grave porque puede causar lesiones en los ojos. Aclaro que esto sólo sucede si se agarran la enfermedad durante el embarazo, si ya la han tenido antes, no hay problema, porque están inmunizadas.

Los gatos y otros felinos son generalmente los responsables de transmitir la toxoplasmosis, porque es sólo en ellos que el parásito se reproduce. Imagine que un gato puede eliminar millones de «huevos» de parásitos en las heces. Cuando usted pone su mano en el pelo del animal, se contamina con los restos de heces que quedan allí.

Consejos para prevenir la Toxoplasmosis:

– Lávese las manos minuciosamente antes de preparar alimentos.
– Lave las frutas y verduras.
– Evite comer carne cruda o mal cocida.
– Si tienes gatos en casa, tenga cuidado al limpiar las heces. Utilice guantes desechables y lávese bien las manos después. Si el gato evacúa en una caja de arena, límpiela frecuentemente con agua y jabón y, siempre que sea posible, reemplace la arena.