A las personas con diabetes les salen callos con más frecuencia y les crecen más rápido. Esto se debe a que hay puntos de mucha presión en la planta del pie o en la parte de arriba o a un lado del dedo del pie y esa piel se hace más gruesa. Este engrosamiento de la piel es una reacción protectora que termina haciendo daño a la piel sana.
Si los callos no se cortan pueden producir la úlcera plantar, infecciones y hasta amputaciones. Nunca trate de cortarse los callos usted mismo. Tampoco trate de eliminar los callos con sustancias químicas. Estos productos le pueden quemar la piel.
Muchas veces, prevenir la fricción del pie es el único tratamiento que se necesita, pero nunca se olvide que bajo un callo podría haber una úlcera inminente o ya presente.
Las personas con diabetes deben examinar sus pies con regularidad y ser conscientes del nivel de riesgo de los mismos. La neuropatía es indolora; la mala circulación hace que la piel no soporte el estrés y la presión normal diaria. Mantener una buena salud en los pies disminuye el riesgo de úlceras y amputaciones.

Endocrinólogo, transplantado renal, columnista de salud, convencido que las palabras y las acciones pueden cambiar el mundo.