Le tiene que hacer muchas preguntas
Le interesa saber cómo están sus niveles de azúcar en la sangre, pero también le va preguntar sobre cómo la diabetes le está afectando de forma general. La diabetes produce cambios en muchas partes del cuerpo, incluyendo los pies, la piel, el estado de ánimo, los órganos sexuales, etc. Es importante decirle al médico sobre todos sus problemas de salud, incluso los que son difíciles de hablar o no parece que estuvieran relacionados, como la depresión o la disfunción eréctil. Un buen tratamiento podría mejorarlo.
Necesita saber la verdad sobre su estilo de vida: alimentación y actividad física
Cuéntele exactamente cómo es su alimentación y si hace ejercicios. Su médico no está ahí para juzgarlo, sino para apoyarlo. Si no dice toda la verdad sobre lo que está comiendo o con qué frecuencia hace ejercicio, es su salud la que va sufrir en última instancia. Tenga presente que la función del médico no es solo la de prescribir medicamentos, sino también la de ayudar a sus pacientes a tomar decisiones inteligentes sobre su diabetes.
Nunca es tarde para hacer cambios en el estilo de vida.
Si usted tiene diabetes tipo 2, con tan solo perder un 5% a 7% de su peso corporal total, puede ayudarlo a mejorar dramáticamente su salud. Es decir, estamos hablando de bajar, en el caso de pesar 100 kg, solamente 5 a 7 kg. Usted puede lograr esto mediante un plan de alimentación saludable y ejercicio. Y, aunque perder peso y otros cambios saludables pueden ser más eficaces si se hacen tan pronto le diagnostican la diabetes, sus beneficios tienen un gran impacto no importa cuándo se comiencen.
No crea todo lo que lea o escucha.
Información sobre diabetes hay en todas partes: blogs, foros en línea, en charlas con los amigos y familiares, revistas, etc. Debe tener en cuenta que la situación de cada persona es diferente y algunas fuentes de información son más confiables que otras. Su médico de la diabetes lo puede guiar hacia la verdad y ayudar a tomar las mejores decisiones para su salud.
Los dos (el médico y el paciente) necesitan seguir aprendiendo.
El médico debe realizar cursos de formación continua, suscribirse a revistas médicas, comprar libros y asistir a congresos para mantenerse actualizado con las últimas investigaciones. Usted, como paciente, también debe intentar aprender todo lo que pueda, ya sea asistiendo a charlas educativas, visitando a la nutricionista, leyendo información confiable, etc.
No espere a que las glucemias “mejoren” para ir al control con el médico
Algunas personas postergan el control con su médico porque “no están bien”, o porque sus niveles de glucosa en la sangre están elevados o porque no se han cuidado adecuadamente. Piensan que deben esperar a mejorar o que el médico puede molestarse o decepcionarse. La función del médico no es dar lecciones a su paciente, sino apoyarlo para tener una mejor calidad de vida. Al médico solo le interesa dar solución a los problemas y ayudar a normalizar los niveles de glucosa en la sangre, de manera que estos no dañen irreversiblemente a los órganos.
¿No tiene ningún síntoma? Aunque se sienta bien, su salud puede estar en peligro.
La mayoría de los síntomas de la diabetes son sutiles y aparecen gradualmente con el tiempo. El hecho de que se sienta bien no significa que la diabetes no esté avanzando. Mantenga una estrecha vigilancia sobre sus valores, incluyendo el nivel de la glucosa en la sangre, la presión arterial, y la hemoglobina A1c (el promedio de los niveles de azúcar de los últimos 3 meses), y así se asegura de no estar en riesgo de desarrollar complicaciones de la diabetes, como enfermedad del corazón, daño de los nervios, problemas de la visión, etc.
¿Necesitar recibir insulina? No significa que ha fracasado.
En la evolución natural de la diabetes tipo 2, la mayoría de los pacientes terminan recibiendo insulina, y eso no necesariamente refleja que lo haya hecho mal o que haya llegado a estadios finales de la diabetes. De hecho la insulina es uno de los medicamentos más efectivos para normalizar la glucosa en la sangre de manera rápida. Tampoco la insulina es “adictiva”, como algunas personas creen, es más, muchas personas reciben insulina por cortos períodos de tiempo y después vuelven a sus tratamientos con tabletas.
No siga con el mismo médico si no le gusta su forma de atender.
No es soberbia. Es que el conocimiento no es suficiente. Usted merece tener confianza y certidumbre con su médico. El tratamiento eficaz de la diabetes requiere que tanto el médico como el paciente trabajen juntos como un equipo, pero estos roles pueden variar dependiendo de la personalidad del paciente.
Algunos pacientes quieren que se les diga exactamente qué hacer, mientras que otros buscan una relación, es decir una comunicación más fluida y sustentada. Tómese su tiempo para llegar a conocer a su médico y asegúrese de que él es la mejor opción para sus necesidades.
No todas las personas con diabetes necesitan ver a un endocrinólogo.
Los endocrinólogos se especializan en el cuidado de la diabetes y, todo el que tenga diabetes tipo 1 debe ver uno. Pero si usted tiene diabetes tipo 2, ya sea el médico general, el diabetólogo o el médico internista pueden hacerse cargo de su tratamiento, sobre todo los primero años. Si usted está tomando más de dos medicamentos para la diabetes, los resultados de su hemoglobina A1c se mantienen altos o inestables en el tiempo, o si comienza a desarrollar señales de complicaciones de la diabetes, quizá es el momento de ver a un endocrinólogo.
La diabetes debe cuidarse toda la vida…
No hay cura para la diabetes y, evitar sus riesgos para la salud, especialmente a largo plazo, toma un esfuerzo constante. La diabetes es también única, puesto que el autocuidado es una parte muy importante del tratamiento. Su médico puede actuar como director técnico o motivador, pero la tarea diaria del manejo de la diabetes está en sus manos.
Se puede tener diabetes y llevar una vida saludable.
Con un manejo adecuado, incluyendo los controles de glucosa en la sangre, una dieta adecuada y controles regulares con el médico, las personas con diabetes pueden vivir vidas plenas y saludables. Siempre habrá momentos en que se descompense o que pierda el control. Pero no es el fin del mundo. Esta es una enfermedad lentamente progresiva, se puede cambiar las cosas y volver a estar bien.

Endocrinólogo, transplantado renal, columnista de salud, convencido que las palabras y las acciones pueden cambiar el mundo.