La sudoración excesiva de las manos llamada “hiperhidrosis”, es sin lugar a dudas una gran incomodidad, que tiene repercusiones psicológicas y sociales. Hay personas que no pueden estrechar las manos al saludar a la gente o acariciar al novio. Alguien me comentó una vez que no podía usar su computadora porque sus manos sudorosas habían echado a perder el teclado.

Normalmente nosotros sudamos como respuesta al calor, el ejercicio, el miedo y a la ansiedad o nerviosismo. De acuerdo a diversos estudios, no existe una línea que separe la sudoración normal de la hiperhidrosis, pero se estima que más o menos el 1 por ciento de la población padece de hiperhidrosis, que afecta principalmente las manos, las axilas, la cara y los pies. En algunos casos la hiperhidrosis puede relacionarse a alguna enfermedad como el hipertiroidismos donde hay un exceso de hormona tiroidea o a la menopausia donde la causa es desconocida, pero se relaciona con la hiperactividad del sistema nervioso simpático, que controla la producción del sudor debajo de la piel.

No existe un tratamiento ideal para la hiperhidrosis, pero hay opciones de tratamiento y algunas son esperanzadoras.
Entre las opciones más importantes tenemos: La cirugía, los antiperspirantes tópicos, medicamento de prescripción oral, shock eléctrico de bajo nivel, inyección de Botox (toxina de botulina) y liposucción