Las bacterias son pequeños microorganismos unicelulares que se reproducen por sí mismos y pueden sobrevivir en todo tipo de entornos, desde temperaturas extremas de calor y frío, hasta desechos radioactivos y, por supuesto, en nuestro cuerpo. La mayoría de las bacterias no son dañinas para las personas, pero hay algunas que pueden causar enfermedades como los estreptococos en la garganta o infecciones de las vías urinarias.
Un virus, por otro lado, necesita un huésped vivo para multiplicarse y sobrevivir, y solo puede reproducirse uniéndose a otras células para crear nuevos virus. La varicela, el SIDA y los resfriados comunes son todos causados por virus.
Ciertas enfermedades como la diarrea, la meningitis y la neumonía pueden ser causadas por una bacteria o un virus, lo que dificulta la identificación de la causa. Para ello, el médico generalmente solicita una prueba de cultivo, una muestra de sangre o una prueba de orina para confirmar el diagnóstico.
La importancia de saber diferenciar entre virus y bacteria está en que cada una tiene tratamientos muy diferentes.

Endocrinólogo, transplantado renal, columnista de salud, convencido que las palabras y las acciones pueden cambiar el mundo.