A la mayoría de los adolescentes les incomoda hablar de la masturbación. Sin embargo, los estudios muestran que más de la mitad de los jóvenes de 14 años de edad, admiten que se han masturbado…y también muchas chicas aunque, en este caso, los mitos siguen afectando la forma en que sienten al respecto y cómo se tocan (o no se tocan). Debido a las fuertes influencias de la sociedad y la cultura, expresadas por la doble moral sexual que aprueba las expresiones sexuales masculinas y suprime las femeninas.

Al masturbarse, la persona suelta la tensión sexual y tiene lo que se llama una eyaculación. La eyaculación es la liberación de semen a través del pene. El semen está compuesto de líquido y espermatozoides. Una persona no siempre eyacula cada vez que se masturba.

La verdad es que la masturbación no hace daño a la salud o al cuerpo. Hay muchos rumores que se escuchan por ahí que no son ciertos, como por ejemplo: que se va quedar ciego, que se convertirá en un enfermo mental, que va dejar de crecer, que le va a crecer pelo o verrugas en las manos, que nunca tendrá sexo normal con otra persona, que se quedará sin espermatozoides y no podrá tener hijos, que otras personas sabrán con sólo mirarlo.

Ninguna de estas cosas son ciertas. La masturbación no hace daño.

El único riesgo de la masturbación es que puede irritar la piel del pene y eso se evita utilizando un lubricante.
El masturbarse depende exclusivamente de la persona. No hay nada malo con elegir hacerlo o no hacerlo. Es una parte normal de la sexualidad y no hay que sentir culpa o vergüenza por hacerlo.

Sin embargo, cuando la masturbación comienza a gobernar la vida de una persona, entonces se convierte en un problema. Si alguien prefiere quedarse en casa sólo y masturbarse, en vez de salir con los amigos, entonces a lo mejor necesita buscar ayuda. No debe avergonzarse de hablar con sus padres o sus amigos sobre el tema, o incluso con su médico o con algún profesor de su confianza.