La vida de muchísimas personas depende de la muerte de otras; pero aquellos que se encuentran a la espera de un órgano se están muriendo porque en Bolivia no se fomenta una cultura de donación.
Existe falta de información con respecto a lo que es la donación y cómo se realiza.
La donación es un proceso mediante el cual, se ceden los órganos. Una forma de donación puede ocurrir cuando a una persona se le diagnostica muerte cerebral (cese completo e irreversible de la función cerebral.) Otra forma se da cuando una persona viva decide donar alguno de sus órganos, por ejemplo un riñón.
Cuando una persona fallece por muerte cerebral, los médicos a cargo avisan al área de transplantes que hay un posible donador. Posteriormente, los médicos encargados le proponen a la familia la opción de donar los órganos del familiar fallecido. Si la familia accede, se toman diversas medidas con el cuerpo:
Se lo mantiene con respirador mecánico y con medicamentos para mantener en funcionamiento a los órganos a transplantar. Luego se realizan pruebas para conocer si los órganos están en buenas condiciones. Conocido esto, se procede a localizar a los posibles candidatos realizándoles pruebas de compatibilidad de acuerdo a una lista de espera y finalmente el equipo especialista se encarga de realizar la extracción –con mucho cuidado y respeto hacia el cuerpo-, para proceder a colocarlos en el nuevo cuerpo donde seguirán trabajando.
Como factores principales de la falta de cultura de donación que manifiestan las personas, se encuentran: la desinformación, también un sentimiento de egoísmo, ya que pensamos que si le quitan algún órgano a un familiar que acaba de morir no sentimos amor por él, el desconocimiento de la voluntad de los familiares, el pensar que puede resucitar o presentarse ante Dios sin sus órganos, los aspectos religiosos, éticos o morales, influyen tanto en la decisión de donar, como en la concepción de ideas acerca de este acto que da como consecuencia, una falta de voluntad en la población para convertirse en donador potencial. Sin embargo, la donación es vista por las religiones como un acto altruista y humanitario, de ayuda y generosidad hacia el prójimo.
También la educación al personal médico y paramédico son indispensables, ya que en ocasiones hay médicos que no aceptan el concepto de la muerte cerebral y que al pedirles los órganos a sus pacientes, son ellos los primeros que se oponen
La información es un elemento determinante en la decisión de donar, las personas no saben en qué consiste el procedimiento, las condiciones, quiénes pueden ser donadores, etc.
Un donador vivo puede ser hombre o mujer que tenga entre 18 y 60 años (aunque puede haber donadores de más de 60 años, que se encuentren en buen estado de salud)
Con respecto a un donador cadavérico, aquí no existe un límite de edad, siempre y cuando los órganos puedan ser aprovechables todavía.
Lo importante es que la familia lo sepa, que conozca la voluntad de donar del familiar. Todo es por decisión libre, también están en la libertad de manifestar que no quieren donar, pero deben comunicarlo a su familia.
Las personas no deben temer y creer que si manifiestan su deseo de donar y sufre un accidente no van a tratar de salvarle o van a propiciar su muerte para extraer sus órganos, eso es falso, antes que nada se procura la vida, no la muerte.
Una sociedad más informada y por lo tanto más consciente de lo que es la donación y el transplante traería una cultura de donación de órganos, que salvaría y mejoraría la calidad de vida de miles de personas
La donación de órganos es una esperanza de vida para miles de personas, por ello se pide que la gente se informe, tome la decisión y la comunique a su familia.
La falta de una cultura de donación es el principal motivo por el cual se limita esta práctica en pro de la vida.
Dr. Douglas Villarroel Z.
Endocrinólogo

Endocrinólogo, transplantado renal, columnista de salud, convencido que las palabras y las acciones pueden cambiar el mundo.