Hoy en día, somos cada vez más conscientes de los alimentos que compramos y comemos, además prestamos más atención al origen de los ingredientes que utilizan.
La seguridad alimentaria y los altos estándares del proceso de los alimentos se han convertido verdaderamente en una prioridad.
Ha habido un cambio en la mentalidad de las personas con respecto al consumo de las comidas. Ahora buscan alimentos asequibles y de buena calidad.
Es por eso que ya hay empresas en Bolivia con sistemas de producción de alimentos eficientes y sostenibles; con nuevas tecnología de producción, usos más eficiente de los recursos y una cadena de valor responsable.
Al momento de congelar los alimentos, se conservan los nutrientes, deteniendo el proceso natural de degradación y evitando el crecimiento de bacterias.
El proceso de congelación
Durante el proceso de congelación, se siguen ciertas pautas de tiempos y formas, de manera que los alimentos no pierdan ninguna de sus propiedades.
La congelación de alimentos se lleva a cabo rápidamente hasta alcanzar temperaturas inferiores a -18 grados Celsius, de esa manera el agua se solidifica antes, produciéndose una menor ruptura de las paredes celulares del alimento, con lo que se conservan mejor su apariencia, textura, olor y valor nutritivo.
La clave es la conversión en hielo del agua que se encuentra en el interior de los alimentos. Al bajar la temperatura, prácticamente se paraliza toda la actividad bioquímica interna.
El hecho de que se haya logrado perfeccionar las técnicas de congelación, ha permitido que hoy, los alimentos lleguen a nuestras casas con las máximas garantías de higiene, seguridad y calidad. Con la ventaja de que la congelación preserva el valor nutricional de los alimentos,
La principal ventaja de los alimentos congelados
Entonces, la principal ventaja que aporta el consumir alimentos congelados, hay muchas otras, es que, sin tener que recurrir a ninguna sustancia química, detiene el crecimiento de numerosos microorganismos, especialmente hongos, bacterias, y algunos parásitos que, de otra manera, crecerían en los alimentos a temperatura ambiente.
Resumiendo, la congelación de los alimentos no solamente impide que estos se descompongan en poco tiempo, sino que además conserva sus cualidades nutritivas, siempre y cuando no se rompa la cadena de frío.
Ahora bien, los alimentos congelados tienen una fecha de caducidad. Eso se debe a que las actividades enzimáticas de las bacterias no se detienen durante la congelación, sólo se hacen mucho más lenta, pero si habrá, después de un tiempo, un deterioro del alimento. Es por eso que en la etiqueta siempre habrá una fecha de caducidad.

Endocrinólogo, transplantado renal, columnista de salud, convencido que las palabras y las acciones pueden cambiar el mundo.