La falsificación de medicamentos afecta tanto a productos de marca como a genéricos, y no siempre son elaborados con los ingredientes correctos. Llegan incluso a sustituirse por sustancias tóxicas, con principios activos en cantidad insuficiente o directamente sin ellos.

Demanda superior a la oferta

La falsificación de medicamentos es un problema de salud pública que preocupa a todos. Ahora que estamos en pandemia por la COVID-19, se ha visto un aumento en la demanda de medicamentos, como el «Remdesivir», que se utiliza en ciertos pacientes con COVID-19 grave.

El hecho de que mucha gente busque este medicamento, ha originado ofertas principalmente por las redes sociales o mediante el boca a boca. Es así que se promueve la falsificación.

La falsificación de medicamentos, es una amenaza que se ha propagado en todo Bolivia. Todo los tipo de fármacos están expuestos a este delito. Desde un simple analgésico hasta los de alta tecnología para combatir el cáncer.

Falsificación de medicamentos: consecuencias

Este problema tiene serias consecuencias. Expone a los enfermos a efectos secundarios insospechados, sino que los aleja de la posibilidad de mejorar un síntoma o curarse y puede terminar en desenlaces fatales.

Entre las consecuencias más importantes de estos productos tenemos:

  1. Toxicidad: con frecuencia causan daños físicos parciales o mortales.
  2. Menos efectividad: si las cantidades del principio activo no son las adecuadas, el medicamento no tiene eficacia.
  3. Resistencia: cuando contienen dosis menores a las que deberían, aparecen nuevas cepas de virus, parásitos y bacterias resistentes a los medicamentos.

El efecto que provoca esta actividad ilegal es muy grande. Afecta la confianza del paciente, tanto hacia el medicamento que debe consumir, como hacia el médico que da la receta.

La lucha contra este grave problema de la falsificación de medicamentos es una responsabilidad compartida por:

  1. Autoridades de salud
  2. Laboratorios farmacéuticos
  3. Farmacias
  4. Médicos
  5. Poder judicial
  6. Distribuidores
  7. Población general.

Se necesitan campañas permanenes de información sobre el riesgo que implica el consumo de medicamentos falsificados.

La actual crisis mundial por la COVID-19 nos está deja una lamentable constancia de los graves perjuicios que causa la comercialización de productos farmacéuticos falsificados. Es urgente acabar con esta actividad, tanto a nivel local, macional y global.

Este consejo llega a usted gracias a Farmacorp, la cadena de farmacias más grande de Bolivia

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