Aunque técnicamente no son órganos sexuales, los pechos ciertamente tienen una función aparte de la reproducción. Sirven no solamente para alimentar a los bebés, sino también, y dependiendo de la perspectiva, para el placer sexual y para la identidad sexual.

La preocupación más importante cuando pensamos en la salud de los pechos, es el cáncer. Generalmente comienza cuando una mujer (o su pareja) encuentra una bola o un bulto en la zona. Para su tranquilidad, cerca del 80 por ciento de estas bolas son quistes benignos, no cancerosos. Pero cuando recién se los encuentra, son difíciles de diferenciar del cáncer y es mejor realizar una biopsia.

La causa más probable de la aparición de estos quistes, es un desequilibrio de las hormonas; una forma de prevenir la aparición de los quistes, es evitando el consumo de las metilxantinas, que se encuentran principalmente en el café, té negro y bebidas de cola.

Por otro lado, le aconsejo no creer ninguna publicidad sobre métodos no quirúrgicos para mejorar la forma de los pechos, puesto que estos se agrandan o se achican con el tiempo, conforme se va reemplazando el tejido glandular con grasa. Tanto el brasier, como una mejor postura y algunos ejercicios que trabajan el músculo pectoral subyacente, pueden mejorar la apariencia, pero no existe ningún método no quirúrgico para mejorar la forma natural de los pechos.

¡Ah! Y una razón más para dejar de fumar: los cigarros destruyen el colágeno, que es muy importante para mantener la forma de los pechos.