El asma es una enfermedad crónica. Eso quiere decir que acompañará a la persona que lo padece por el resto de su vida. No existe una «cura» para el asma. Pero hay tratamiento. Por eso, si usted tiene asma, puede llevar una vida completamente normal, ¿cómo hacer para lograr esto?

Aquí van algunos consejos:

1.- Identifique qué desencadena la crisis. Es muy variable de persona a persona, pero siempre hay un factor desencadenante. Los más comunes son polvos caseros, el polen, los olores fuertes de perfumes o productos de limpieza, el humo, el fumar, la contaminación del aire, pelo de animales y un montón de cosas más. Estos vienen a ser los “disparadores” de las crisis y es muy importante reconocerlos para evitarlos.

2.- Hay muchos medicamentos de uso diario que ayudan a prevenir las crisis y exacerbaciones del asma. El tratamiento de «mantenimiento” es muy eficaz y permite tener calidad de vida y estar tranquilo. Pero sólo el médico puede indicar el tratamiento adecuado para cada persona. Lo que le funciona a uno, puede no funcionarle al otro.

3.- Aprenda exactamente qué hacer cuando le viene una crisis. Hable con su médico y siempre tenga en casa los medicamentos que se usan cuando se desencadena una crisis asmática. Si siente que una crisis está empezando, no deje que avance. Comience cuanto antes el mejor tratamiento o el más adecuado para ese momento. Si va a viajar, asegúrese de llevar todos sus medicamentos. Los ambientes en lugares nuevos o entornos diferentes pueden tener «disparadores» inesperados.

4.- Realizar ejercicios que aumentan la capacidad respiratoria. El ejercitar los músculos que utilizamos para respirar normalmente nos deja mejor preparados para una crisis. La natación es un excelente ejemplo.