Una idea equivocada: si alguien tiene diabetes, no puede comer postres o dulces. Eso es lo que se recomendaba en el pasado. Las recomendaciones actuales incluyen pequeñas cantidades de dulces en un plan de alimentación completo y equilibrado. Sin embargo, hay algunas reglas que se deben seguir.

Intercambiando los carbohidratos

Los dulces y postres tienen una gran cantidad de hidratos de carbono comprimidos ​​en porciones muy pequeñas. Los carbohidratos son una de las principales fuentes de energía, pero no todos los carbohidratos son iguales. Los dulces y postres son hidratos de carbono simples, como la fructosa de la fruta y la lactosa de los productos lácteos. Los carbohidratos complejos son los panes integrales, lentejas, frejoles y papas. En lugar de dulces y postres se puede comer cantidades mucho más grandes de un almidón de grano entero y obtener la misma cantidad de hidratos de carbono.

La cantidad total de carbohidratos que se come durante todo el día afecta el nivel de glucosa en la sangre más que el tipo de hidratos de carbono que se consume. Se puede utilizar el contenido de carbohidratos de los alimentos para equilibrar la cantidad diaria total. Esto es lo que se llama intercambio de carbohidratos.

La idea básica es mantener constante la ingesta total de carbohidratos e intercambiar almidones por dulces. Por ejemplo, se puede comer una galleta dulce de postre, pero dejando de comer un pan en las comidas. Se puede equilibrar la ingesta de carbohidratos si se planifica y se realiza un seguimiento de lo que se ha comido durante el día. Hay que mirar las etiquetas nutricionales para saber el contenido de carbohidratos en los alimentos envasados ​​y tener una guía confiable de referencia para comidas caseras o alimentos en restaurantes.

Controlando las porciones de los alimentos

El consumir porciones pequeñas de alimentos es otra de las claves para poder comer postres o dulces después de las comidas. Con los alimentos envasados hay que comprobar el etiquetado nutricional para el tamaño de la porción que se va consumir y medirlo o pesarlo. De esa manera se sabrá con exactitud la cantidad de carbohidratos que se está consumiendo.

Aquí van algunas recomendaciones para los postres hechos en casa o en restaurantes:

  • Elegir postres que correspondan a porciones individuales, como una galleta dulce, en lugar de torta. Es más fácil limitarse a una galleta que calcular la porción individual de una torta.
  • Hacer minipostres en pequeños lotes que se puedan almacenar o congelar. Por ejemplo minitartas.
  • Seleccionar postres con varios sabores deliciosos, de manera que produzcan satisfacción con porciones más pequeñas.
  • Ordenar una porción de postre del menú para niños.
  • Compartir el postre con otra persona.

Hacer suficiente actividad física

El nivel de actividad física puede afectar a qué, cuándo y cuánto se puede comer. La actividad física sirve para controlar el nivel de glucosa en la sangre. Hay que tener un plan de actividad diaria de la misma manera que se tiene un plan de comidas diarias. Mejor si se realiza un poco más de actividad física para esas ocasiones especiales cuando se da un gustito extra para disfrutar de algún dulce.