Todas las personas experimentan el «fenómeno del amanecer», tengan o no diabetes. El fenómeno del amanecer es una oleada de cortisol y hormona del crecimiento que el cuerpo produce diariamente entre las 4 a 5 a.m.

La respuesta normal de la insulina del cuerpo se ajusta a la aparición de estas hormonas para que las personas sin diabetes nunca noten algún cambio en los niveles de glucosa en la sangre en ayunas. Sin embargo, las personas con diabetes no tienen respuestas normales de insulina y, por lo tanto, pueden ver un aumento en la glucosa en ayunas. Esto se debe principalmente a que están produciendo menos insulina y más glucagón (una hormona que aumenta la glucosa en la sangre) de lo que necesitan. Mientras menos insulina produzca el páncreas, hay más producción de glucagón. El glucagón, a su vez, le indica al hígado que descomponga sus reservas de glucógeno en glucosa. Es por eso que los niveles altos de glucosa en la sangre en ayunas se ven comúnmente en pacientes con diabetes tipo 2.

Para mejorar este fenómeno hay que cenar más temprano en la noche y realizar alguna actividad física ligera después de la cena. Sin embargo, si la glucosa en ayunas sigue siendo alta, hay que tomar medicamentos que ayuden a controlar la relación insulina-glucagón. Los medicamentos más utilizados son la metformina y la insulina Lantus.