¡Independencia o muerte! Hay que ser joven para exigir una cosa de estas ¿no?

¡Y sí, tiene razón!. A medida que maduramos vamos queriendo más independencia. Es una especie de examen con primera instancia y segunda instancia. Los adultos van cediendo en algunas cosas acá y otras allá… para ver hasta dónde confiar.

Si se llega a un acuerdo en algo, por ejemplo: acomodar su cuarto o llegar al horario acordado, hay que cumplirlo puesto que ser independiente significa mostrar que se TIENE PALABRA. Es decir que si usted hace un acuerdo, tiene que mantener lo que dijo. Así quedan todos tranquilos.

Si los padres o tutores se arrepintieran de lo que habían permitido o si usted quería más… ok, abra una nueva ronda de negociaciones.

Así es como funciona el mundo de los adultos. Ser independiente significa hacer frente a las consecuencias de la decisiones que se toman.

Entonces, ¿esta listo para ser independiente?