Las mujeres son las principales víctimas del melasma, una mancha de color marrón claro que acostumbra aparecer justamente en la cara. Sólo el 10% de los hombres sufren de este problema porque son las hormonas femeninas las que hacen a las mujeres más vulnerables.

El sol es el principal agente causal del melasma. Pero, debido a que lo que desencadena las manchas es la radiación ultravioleta B, las lámparas artificiales como las que son utilizadas en los bronceamientos, también manchan la piel.

La predisposición genética aumenta el riesgo, pero las hormonas producidas naturalmente por el cuerpo e incluso la píldora anticonceptiva, son factores que causan el melasma. El embarazo puede llevar a la aparición de las manchas en la piel. En esta situación específica, estos puntos se denominan «cloasma». La buena noticia es que el «cloasma» puede no ser permanente y desaparece algún tiempo después del nacimiento del bebé.

¿Existe tratamiento para el melasma?

El melasma se considera una lesión «crónica» porque duran mucho…por eso el tratamiento es difícil y prolongado.

Así que lo mejor que puede hacer es la prevención. Evite tomar el sol, sobre todo en la cara, sin protector solar. Póngase el protector todos los días y revise la etiqueta si el protector solar es eficaz contra los rayos UVA (ultravioleta A) y UVB (ultravioleta B), ya que este último es el más peligroso.

Otro consejo importante es prestar atención al maquillaje que está utilizando. Algunos productos pueden causar una mayor absorción de la luz solar. Esto acentúa las lesiones ya existentes y puede causar la aparición de nuevas manchas.

Para quienes ya tienen melasma, lo mejor es buscar un dermatólogo que pueda indicar tratamientos específicos con productos que inhiben la producción del pigmento marrón. Otros procedimientos posibles son el «peeling» (exfoliación de la piel) o incluso el uso de láser. Pero sólo el médico puede indicar y prescribir lo que es mejor para usted. Recuerde: los tratamientos específicos son individuales. Lo que es bueno para una persona puede no funcionar para otra.

Tomar el sol se siente bien y es bueno para la salud. El sol de la mañana, hasta 10 horas, nos ayuda a producir vitamina D, que es súper importante. Tome el sol durante veinte minutos, pero incluso en esta situación póngase protector solar en la cara. Y cuando se expone al sol para broncearse, ¡no exagere! Como todo en la vida, la moderación es siempre la mejor solución.