La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que se aísle y se hospitalice a todos los casos sospechosos, en aras tanto de la seguridad y la calidad asistencial (por si empeorasen los síntomas) como de la protección de la salud pública.Sin embargo, en algunas circunstancias, puede ser preciso valorar otros medios para la prestación de la asistencia médica, por ejemplo si no hay camas de hospital libres o no pueden ofrecerse todas las garantías de seguridad (capacidad limitada o imposibilidad de cubrir la demanda asistencial), puede atenderse en el domicilio a los pacientes que tengan síntomas leves y no padezcan enfermedades crónicas subyacentes, como enfermedades del corazón, los pulmones, insuficiencia renal o problemas de salud asociados a tener defensas bajas (inmunosupresión), que aumenten el riesgo de complicaciones.
Los cuidados que hay que tener en casa según la OMS son los siguientes:
-Instalar al paciente en una habitación individual y bien ventilada.
-Limitar el número de personas que cuiden al paciente; idealmente, asignarle una persona que goce de buena salud y no tenga enfermedades de riesgo.
-No permitir visitas.
-Los demás habitantes del hogar deben instalarse en una habitación distinta.
-Limitar el movimiento del paciente y disminuir al mínimo los espacios compartidos (por ejemplo, cocina, baño), garantizando en todo caso que estén bien ventilados (por ejemplo, dejando las ventanas abiertas).
-El cuidador deberá llevar una barbijo N95 bien ajustado a la cara cuando esté en la misma estancia que el enfermo. No hay que tocar ni manipular el barbijo mientras se lleve puesto. Si se moja o se mancha de secreciones, habrá que cambiarlo de inmediato. Habrá que desechar el barbijo o mascarilla después de usarla y lavarse bien las manos después de sacárselo.
-Aplicar las medidas de higiene de manos después de cualquier contacto con el enfermo o su entorno inmediato, al igual que antes y después de preparar alimentos, antes de comer, después de usar el baño y siempre que se advierta suciedad en las manos. Si no hay suciedad visible en las manos, también pueden usarse alcohol en gel. Cuando haya suciedad visible, habrá que lavarse las manos con agua y jabón.
-Para secarse las manos después de lavárselas con agua y jabón, es preferible usar toallitas de papel descartables. De no haberlas, se utilizará una toalla de tela exclusivamente para esa finalidad, cambiándola cuando esté húmeda.
-Todas las personas deberán taparse la boca y la nariz al toser o estornudar con barbijos médicos, con pañuelos de papel o con el codo, y lavarse las manos a continuación.
-Desechar los materiales empleados para taparse la boca y la nariz.
-Evitar el contacto directo con los fluidos corporales, sobre todo las secreciones orales y respiratorias, y con las heces del enfermo. Utilizar guantes descartables en el contacto con la boca y la nariz y en la manipulación de heces, orina y desechos. Aplicar la higiene de manos antes y después de quitarse los guantes.
-Los guantes, los pañuelos, las mascarillas y todos los desechos que genere el enfermo o la atención al enfermo deberán colocarse en un recipiente con una bolsa, dentro de la habitación del enfermo, hasta que se eliminen junto con los residuos generales de la casa.
-Evitar otras formas de exposición a las personas enfermas o a los objetos (por ejemplo, no compartir cepillos de dientes, cigarrillos, cubiertos, platos, bebidas, toallas, esponjas, sábanas, etc.). –Los platos y cubiertos deben lavarse con agua y jabón o detergente después de cada uso, pero no hace falta tirarlos.
-Limpiar y desinfectar con frecuencia diaria las superficies que hayan estado en contacto con el enfermo, como la mesilla de noche, la estructura de la cama y otros muebles de la habitación, con desinfectante de hogar que contenga una solución de lejía diluida (1% de lejía y 99% de agua).
-Limpiar y desinfectar las superficies del baño y del retrete al menos una vez al día, con un desinfectante de hogar compuesto por una solución de lejía diluida (1%de lejía y 99% de agua).
-Lavar la ropa, sábanas, toallas, etc. de las personas enfermas con agua caliente y jabón ordinario, o con una lavadora de ropa a 60°-90°C con detergente ordinario, y dejar que se sequen bien. –La ropa contaminada debe colocarse en una bolsa hasta el momento de lavarla. No sacudir la ropa sucia y evitar el contacto directo de la piel y la ropa con los materiales contaminados.
-Usar guantes descartables y ropa protectora (por ejemplo, delantales de plástico) para limpiar y manipular superficies, ropa o sábanas manchadas con fluidos corporales. Aplicar la higiene de manos antes y después de quitarse los guantes.
-Las personas que tengan síntomas deben permanecer en casa hasta que remita el cuadro clínico o se normalicen los analisis (dos estudios negativos entre los que medien al menos 24 horas).

Endocrinólogo, transplantado renal, columnista de salud, convencido que las palabras y las acciones pueden cambiar el mundo.