Se estima que la tasa general de letalidad es de entre 2 y 3 por ciento. Si bien cualquier persona puede tener una enfermedad grave y mortal, el riesgo aumenta dramáticamente con la edad y la presencia de enfermedades crónicas, como enfermedades cardiovasculares, enfermedades pulmonares, diabetes mellitus, enfermedad renal, cáncer. Además, se sabe que las personas con hipertensión, obesidad, fumadoras o que tienen inmunosupresión, también están en riesgo de enfermedad grave y una mayor mortalidad.
Para aquellos que se recuperan, la enfermedad con frecuencia se prolonga, durando aproximadamente dos semanas en aquellos con enfermedad leve y de tres a seis semanas en aquellos con enfermedad grave.

Endocrinólogo, transplantado renal, columnista de salud, convencido que las palabras y las acciones pueden cambiar el mundo.